Varios días en silencio no hablan bien de nada. Pero lo cierto es que llevo varios días demasiado tranquilo, otros demasiado movidos, y otros padeciendo las consecuencias de los cambios de ritmo. No sé si esto justifica la falta de actualidad en el blog, pero desde luego me ayuda a sentirme mejor.
Que cierta la frase de Beckett de que "No hay pasión más poderosa que la pasión de la pereza". Cuando coges el ritmo, aquí en México lo agarras, es la propia inercia la que te ayuda a mantenerte en movimiento, por eso siempre me ha gustado montar en bicicleta. Pero cuando lo pierdes, el esfuerzo para recuperarlo te hace flaquear.
Recuperado, o casi, de un pequeño problema intestinal, y harto de estar en casa. Ansío el momento de cargar la 6x6 con los carretes que tengo en la nevera esperando para ser usados. A ver si así recupero el ritmo y desbloqueo mi mente.
2 comentarios:
C´món Andrew! súbete a esa y bici y pedalea para alejarte de la desidia!!
Me encanta tu ojo. Me emociona tu prosa. Me dejas silencioso y pensativo, haciéndome volver a mi mirada interior, al poso que me dejas con lo dices y con lo que no dices, con lo que sugieres (tal vez sin tú mismo saberlo). No veo imágenes (las imágenes son sólo gamas de colores en un soporte convencional). Veo hombres y mujeres en un mundo material en el que todos vivimos atrapados, muy distinto del que soñamos. Lo veo en sus ojos, en su lenguaje no verbal, en la arquitectura que los envuelve,... Les veo y algo de mí estoy viendo a la vez.
Un abrazo tan grande como tú. Te quiero.
Edu
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