Hoy llega la lluvia, ayer avisaba. Poco a poco la normalidad vuelve a la ciudad de México. Las mascarillas azules van dando paso a las caras de sus habitantes, a los que ya se ve por sus calles y el tráfico gobierna de nuevo el caos de la ciudad.
Las clases han vuelto, y yo a ellas. Mejor dicho, he vuelto por un día a la universidad. Esta vez no en calidad de alumno sino de profesor, eso sí, invitado. Toda una experiencia. 6 alumnos, 6; por lo menos no eran las 5 de la tarde. Una buena faena. ¡Qué taurino! Más de tres horas hablando sobre fotoperiodismo. Sobre sus fotos y las mías. Un poco de influenza, y su tratamiento informativo. Sobre su trabajo. Sus objetivos en esta profesión. Sus razones para estudiar una asignatura de fotoperiodismo.
Y dándoles un consejo. Quizás aventurado e inconsciente. Quizás apocalíptico. Puede que realista. "No trateis de salvar el mundo, sólo contad lo que pasa, ese es vuestro trabajo". Recuerdo el día en que Navia en un taller le dijo a un alumno, algo así como -si en esta vida consigues salvarte a tí mismo, ya es bastante.
1 comentario:
Bueno, bueno, ya hasta de profe!!! me alegra ver que te va bien. Un beso fuerte
Paula
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